Los extranjerismos que conservan su grafía original y no han sido adaptados, así como los nombres propios originarios de otras lenguas (que se escriben en redonda), no deben llevar ningún acento que no tengan en su idioma de procedencia, es decir, no se someten a las reglas de acentuación del español: disc-jockey, catering, gourmet, Wellington,Mompou, Düsseldorf.