Google sabe todo: ¿Privacidad del usuario o seguridad nacional?

A raíz de esta problemática planteada también se ha hablado sobre la venta de información hacia el Gobierno quien justifica el espionaje de información a través de la prevención de ataques terroristas.

Las principales compañías tecnológicas, entre ellas Google, han estado involucrados en un servicio de espionaje de la NSA (EE.UU.) reabriendo así el debate sobre la privacidad de los datos. Google, a través de su jefe legal David Drummond, ha dicho que en ningún caso el Gobierno tiene acceso directo a sus servidores, a no ser que lo hagan a través de una orden judicial en la que se pide estrictamente una entrega especial de información. Cuando esto sucede, se hace a través de un sistema de transferencia de datos FTP asegurado. De esta manera se niega que se haya permitido el acceso público excepto que sea a través de las pautas legales.

Prism es el programa secreto de recopilación de información que le permite al FBI y a la NSA realizar el espionaje. Según el artículo del diario La Nación del 9 de junio del 2013, este programa fue aprobado por un juez y opera sobre la base de las leyes estadounidenses.

En este artículo se niega que el Gobierno de EE.UU. tenga acceso a la información de Google: "Los informes de prensa que insinúan que Google provee acceso irrestricto a los datos de los usuarios son falsos, punto'', afirmó el fundador y director general de esa empresa, Larry Page, en una entrada en su blog. "No participamos en ningún programa que permita al gobierno estadounidense ni a ningún otro el acceso directo a nuestros servidores", insistió. Aunque el presidente Barack Obama a justificó el espionaje como una forma legal de garantizar la seguridad de los norteamericanos, aunque represente "una modesta invasión" de su privacidad. Estas contradicciones son sospechosas.

Por otra parte, a pesar de las declaraciones de Larry Page, el diario The New York Times cargó nuevamente contra las compañías de Silicon Valley, y afirmó que, aunque a regañadientes, muchas de ellas cooperaron en mayor o menor medida con las autoridades gubernamentales. A veces, las palabras no son suficientes. Las sospechas siguen vigentes.

A continuación la imagen muestra de manera simplificada los que sería Prism