1.2-
Antecedentes en el campo museológico
1.2.1-
Museo y Museología
¿Qué
es un museo?, esta pregunta la debemos responder desde el consenso logrado en
las reuniones del ICOM[1] (Consejo
Internacional de Museos), el cual define al museo en estas palabras
textualmente:
"El
museo es una institución permanente, sin fines de lucro al servicio de la
sociedad y su desarrollo, abierto al público, el cual adquiere, conserva,
investiga, comunica y exhibe la herencia de la humanidad y su entorno, tangible
e intangible con propósitos educativos, de estudio y recreo".
A
la luz de esta definición general serán reconocidos como museos todos estos
tipos de instituciones:
Los
yacimientos y monumentos arqueológicos, etnográficos y naturales y los
yacimientos y monumentos históricos que tengan la naturaleza de museo para sus
actividades de adquisición, de conservación y de comunicación.
Las
instituciones que presenten especímenes vivos de plantas y animales, tales como
los jardines botánicos y zoológicos, acuarios y viveros.
Los
centros científicos y los planetarios."
Los
institutos de conservación y galerías de exposición dependientes de bibliotecas
y centros de archivos.
Reservas
naturales.
Organizaciones
museológicas de carácter internacional, nacional, regional o local;
ministerios, departamentos o agencias públicas responsables de museos, en el
sentido recogido en este artículo.
Instituciones
sin ánimo de lucro u organizaciones que realizan investigación, educación,
capacitación, documentación y otras actividades relacionadas con los museos y
la museología.
Cualquier
otra institución que el consejo ejecutivo, oído el comité consultivo, considere
que tiene alguna de las características de un museo o de apoyo a los museos y sus
trabajadores, a través de la investigación, la educación o la formación
museológica.
Ahora
definamos museología como la ciencia que estudia la actividad de los museos:
historia, técnicas de conservación, catalogación y exhibición, como también su influencia
y objeto en la sociedad.
Habiendo
revisado las definiciones, se abre un espectro de posibilidades en las que ha
evolucionado o mutado la institución, para adaptarse a los cambios de la
sociedad, del progreso científico y a la revolución de las comunicaciones.
Estudiando
las transformaciones en la historia, podremos buscar oportunidades y ventajas
intrínsecas de la institución, para proyectar su futuro en el campo del
entretenimiento y la educación.
1.2.2-
Historia del Museo
El
nacimiento de los museos, empezó con el coleccionismo de objetos, de manera
privada (por parte de personas con intereses privados y desconocidos
(sentimentales y económicos) o pública (gobiernos o reinos interesados en
exhibir el poderío de sus países e imperios).
Entre
estas primeras colecciones, se destacan tres clasificaciones:
En
los Gabinetes de Curiosidades (también llamados cámaras artísticas o cámaras de
las maravillas) cómo fueron llamados estos primeros intentos que datan entre
los siglos XVI, no se podía entender ni conocer, su uso, procedencia cultural o
geográfica y la relación entre ellos. No eran considerados, más que un conjunto
de objetos raros e insólitos.
Coleccionismo
amateur, que consistía en emprendimientos privados, de aristócratas y monarcas
(luego estas pasarían a ser propiedad del estado en el siglo XVIII o siglo de
las luces), que se supone, no tenían otro fin, más que el propio placer.
Coleccionismo
propiamente dicho, es aquel realizado por altos niveles culturales, donde se
exhibe institucionalmente, para una sociedad, todo un conjunto de objetos
considerados de alto valor para una cultura en especial.
Este
último se remonta al medio oriente antiguo. En ese entonces durante
Nabuconodosor (Babilonia, entre los años 605
a. C. - 562
a. C.), construyó su palacio, al cual se le llamó Gabinete de
las Maravillas de la Humanidad". Mientras en Egipto, durante la era
faraónica, se demandaban la continua fabricación de piezas artísticas, para
llenar templos, tumbas y edificios. Pero la palabra museo, derivó vocablo
griego, Museion, el cual significa lugar de las musas, en donde empezó a
coleccionarse obras de arte a cargo de los sacerdotes, quienes también las
inventariaban y custodiaban. La primera galería de arte pictórico que se conoce
hasta ahora, fué en la pinacoteca de la Acrópolis, en el siglo V AC, según
afirma Pausanias[2],
donde no solo se coleccionaban pinturas, si no también esculturas y trofeos.
El
museion, agrupaba para los griegos, sitios de reunión para el que hacer
filosófico, artístico, científico y religioso (ejemplo de esto, el Museion
construido en Alejandría por Ptolomeo II.
En
Bagdad, "la casa de la sabiduría" fundada a principios del siglo IX,
por el califa Al-Mamum, donde exhibía colecciones de objetos singulares.
Museion
y casa de la sabiduría, difieren de lo que hoy conocemos como museo, pero mucho
tiempo después en el renacimiento adoptará nuevas características.
Durante
el imperio Romano, el Museum, no se refirió tanto al arte, pero si a la
filosofía y la ciencia, aunque exhibían en el todas las piezas robadas, a
manera de trofeo. Estas piezas robadas a otras culturas, eran un símbolo de
estatus, que dio origen a la reproducción de bienes artísticos, siendo este el
origen del mercado del arte, gracias a estos se conocen las obras de los
clásicos, cuyos originales se encuentran desaparecidos.
Cuando
el cristianismo se adoptó en el imperio Romano como religión, con el edicto de
Milán en el 313 DC, se retomó de los griegos la concepción de coleccionismo y
se usó por primera vez, expresiones como "método pedagógico"[3].
Con
cristianización del imperio romano y su posterior caída, empieza la edad media
y una nueva visión del coleccionismo por parte de la iglesia como institución.
Poseedores
del conocimiento en todas sus formas: artístico, científico, religioso y
literario, acumulan poder, son los grandes mecenas de artistas, con los cuales
enriquecen sus colecciones, a demás de otras piezas de valor religioso y
simbólico, robadas, como los romanos, de las cruzadas.
En la edad
media, se explicaba los objetos en exhibición, por lo que ya habían dichos los
sabios de la antigüedad, las propiedades que se la atribuían y lo meramente
observable.
Durante el
renacimiento, hay una revalorización de la cultura clásica, Grecia antigua y
nace el humanismo. El coleccionismo privado de la iglesia y las monarquías se
enriquecen y placer estético de las colecciones cobra más importancia sobre el
valor material. Con el descubrimiento de América y el intercambio con Asia,
especies del mundo natural, empiezan a tomar parte de las colecciones.
De nuevo
en el renacimiento, aparece el vocablo Museum, usado por el humanista Paolo
Giovio[4] , para
nombrar el lugar donde conservaba sus colecciones.
El arte en
el renacimiento se fortalece, con el mecenazgo de monarcas (familia Médici de
Florencia) e iglesia, enriqueciendo las colecciones pictóricas y escultóricas,
que surge por primera vez, la figura del curador (Bertolo, discípulo de
Donatello, es contratado por Lorenzo el Magnífico, para su colección) y el
primer museo de arte en Italia (museo Ufizzi, primer edificio diseñado y
construido con el fin de albergar una colección, por Cosme I de Médici, quien
contrató a Vasari para esta tarea).
La
iniciativa italiana, pronto fue copiada por las otras coronas europeas, lo que
dio origen a las colecciones reales, que hoy en día son museos nacionales.
A demás de
las colecciones de arte, también toman mucho auge, las colecciones de objetos curiosos, reunidos en los
"Gabinetes de Curiosidades" o también llamados "cámaras de
maravillas". Entre estos objetos curiosos, se encontraban objetos de
prehispánicos y de otras culturas, especies animales y vegetales.
La primera
clasificación de colecciones, derivó de la gran diversidad de estas colecciones
de curiosidades, realizada por Samuel Quicheberg[5],
de origen flamenco, que las dividió en 5 grupos:
Objetos
asociados a la gloria del propietario: escudos, árbol genealógico, banderas,
etc.
Piezas de
orfebrería, numismática, medallas y objetos pequeños de valor.
Curiosa
naturali: ejemplares de los reinos naturales (animal, vegetal y mineral).
Objetos de
las artes mecánicas. relojes, objetos musicales, etc.
Arte:
pintura, grabado, dibujos.
La
característica de estas colecciones, es que hay mucha diversidad de objetos y
están muy bien ordenados por sub-categorías en cada grupo (El Escorial acogía
la colección de curiosidades de Felipe II, es un gran ejemplo de esto,
presentaba gran variedad y estaba todo muy catalogado y ordenado).
Durante el
siglo XVII, el coleccionismo se pluralizó, así que casas de personas
importantes (nobles y burgueses), albergaban también colecciones en galerías,
siguiendo el modelo italiano.
Con la
revolución de la ciencia en el siglo XVII, se desencadena la evolución del
conocimiento científico y el nacimiento de las Ciencias Naturales.
Mientras
la razón cobra importancia y muchos objetos curiosos, pierden interés, las
colecciones pictóricas ganan más adeptos e interés ( tres colecciones
importantes: Duque de Lerma con 1400 cuadros, Felipe III y posteriormente
Felipe IV que incrementaron la colección heredada de Felipe II).
En el
siglo XVIII, el racionalismo y el avance de las ciencias naturales, cambiarán
el coleccionismo de manera drástica, pues estas tomarán un rumbo más pedagógico
y científico. Dentro de este cambio de enfoque, las colecciones naturales, no
serán consideradas mas curiosidades, si no elementos de estudio científico, al
igual que los hallazgos arqueológicos, que se intensifican y la visión
pedagógica, hace que las colecciones se planteen abrir al público.
Los museos
también se transformaran radicalmente con una organización basada en la
clasificación científica.
Dentro del
campo del arte, nuevas escuelas de arte se abren y un cambio de estética
ocurre, del cortesano al burgués.
Neickel[6],
define en 25 reglas, describiendo cómo organizar un museo en categorías. El
expone por primera vez, como debe ser la gestión de una colección y como
adaptar la galería a esta.
Este
crecimiento e interés en el desarrollo de las catalogaciones y deseo de dar a
conocer, fueron las razones para la proliferación de muchos museos a partir de
1750, entre ellos: Palacio de Luxemburgo en1750, edificio donde Luis XV reune
su colección; 1759 se abre el British Museum (construido en 1735); Real
Gabinete de Historia Natural, fundado por Carlos III en 1777 (previos a este en
Amsterdam, Estocolmo y Viena); Museo de Ciencias Naturales (El mismo museo hoy
llamado, Museo del Prado).
Ya
a finales del siglo XIX, gracias al padre de la taxonomía moderna (nomenclatura
binominal o nombre científico: nombre del género, derivado de una raiz latina o
en grecolatina y apellido o nombre especifico. Zoo. o epíteto específico.
Bot.), ej: ), el científico sueco Carlos Linneo, se exhibió en el museo de
historia natural de Londres, una colección clasificada científicamente.
En
1683, nace el primer museo como institución pública, el Ashmolean Museum,
ubicado en Oxford, albergaba la colección de la familia Tradescant. También fué
el primer museo usado por una universidad, como fuente de estudios e
investigación. La colección era ecléctica, exhibiendo piedras, animales,
plantas e instrumentos científicos.
En
1713 es redactado y publicado su primer reglamento, donde se anuncian las
normas de administración, generación de catálogos, inventarios, horarios de
visita y precios de entrada, confirmando su identidad como institución abierta
al público.
La
conversión del Palacio del Louvre en Pinacoteca, por la presión ejercida por
artistas e intelectuales franceses sobre Luis XVI, fue el hecho anticipado a la
Revolución Francesa, a partir de la cual, en 1793 el museo como institución se
democratiza y pasa de ser una colección privada abierta al público a ser una
institución destinada al pueblo. Así surge la idea de patrimonio.
Durante
estos siglos, las colecciones exhibidas, sirvieron para explicar un mundo
ordenado y clasificado, con un lenguaje matemático y exacto de lo observado. La
ciencia y la razón, desde los varios puntos de vista: experimental, racional o
mecanicista, exponían el mundo desde su perspectiva científica.
El
nacimiento de los museos como institución, coincide con un momento histórico,
marcado por cambios políticos, sociales y científicos que predefinen la
sociedad actual.
Estos
cambios repercuten al interior mismo del museo, auto-cuestionándose su fines y
objetivos, quedando el modelo de museo del siglo XIX obsoleto y dispuesto a
cambios, para satisfacer a la clase media emergente.
El
museo se ve por primera vez, como un servicio a la comunidad en temas de ocio,
formación y educación.
Estos
cambios redefinieron los objetivos, de una visión enciclopedista y taxonómica a
una que busca explicar, a formular teorías.
Que
perfil de visitante tendrían entonces estas primeras exhibiciones: científicos
y estudiantes que podrían entender la información relacionada o personas de
élite, que por estatus promocionaban estas actividades o deseaban estar
vinculados a estos círculos.
Pero
los adelantos de la tecnología y la comunicación, han diversificado los tipos
de exhibición, sus públicos y lenguajes, democratizando su acceso.
Esta
democratización del museo, ha despertado una nueva manera de entender sus
funciones (social, educativa, comunicativa y entretenimiento) afectando la
misma manera de actuar de su directiva y profesionales a cargo, a tal punto,
que el coleccionismo en si mismo, no es su fin, rompiendo con la vieja creencia
de erudición que no contemplaba la actividad comunicativa.
Los museos
y su equipo, no solo trabajan con sistemas de clasificación y conservación, si
no también con sistemas de comunicación e informáticos, para poder hacer llegar
el contenido científico relacionado a los nuevos públicos, de una lúdica y
efectiva, en una sociedad de cultura de masas, que necesitan comprender estos
contenidos en sus propios lenguajes.
Tal es el
alcance de adaptación del lenguaje usado para explicar las colecciones, que
muchos aspectos del objeto no son mencionados, por ser de interés estrictamente
científico, pero a su vez otros más subjetivos han ganado mayor interés, para
conectarlo con los visitantes, desde sus diferentes niveles cognitivos y
experiencias, como por ejemplo su artífice, su relación con el entorno cultural
y con el presente.
Los
parques temáticos y de diversión han influenciado, para que los museos
incorporen la tecnología en sus exhibiciones, para democratizar sus servicios.
Estos
cambios han replanteado los objetivos y funciones de los museos, como
instituciones en una sociedad mediatizada, embebida en tecnología y llena de opciones de entretenimiento, de
acceso a la información, a la cultura y a la educación.
1.2.3- La
Nueva Museología
Habiendo
estudiado la evolución del Museo y su función, teniendo en cuenta las
discrepancias de hoy día a cerca del papel del museo, se puede acordar que el
diálogo entre objeto (colección o exhibición) y el visitante, es el principal
objetivo a perseguir en vías de la democratización de la cultura y la
información.
Para dicho
proceso democrático, el museo como institución debe adaptar sus canales de
comunicación, mensajes y lenguajes para llegar a diferentes públicos por medio
de talleres, cursos, seminarios, publicaciones impresas y digitales, presencia
en la WEB, etc.
Y la
pregunta es: ¿cómo saber que es lo que desea, interesa, necesita el público del
museo?, ¿cuales son los requerimientos de diseño de exhibiciones, exposiciones,
publicaciones y de los espacios físicos o virtuales que el museo debe
contemplar?, pues para responder a estas inquietudes, han surgido varios tipos
de estudios que acercan al museo a la realidad, los estudios de visitantes, las
evaluaciones de exposiciones, pero en el campo virtual, aún hay mucho que
desarrollar para los metavisitantes (visitantes en la WEB de los portales de
los Museos).
Esta nueva
presencia de la institución museo en Internet tiene sus detractores, pero desde
el punto de vista contemporáneo de la museología, recibe mucho apoyo por parte
de aquellos líderes de las nuevas teorías cognitivas y pedagógicas, adelantos
científicos en los campos de la educación, de las nuevas tecnologías de
comunicación, museólogos, museógrafos que ven posible la permanencia del museo
en la historia con ayuda de nuevos modelos educativos y de exhibición centrados
en el visitante-usuario, en sus procesos de aprendizaje particulares y sus
maneras de dar significado a la información que recibe.
El reto de
los nuevos tiempos es, volcar al museo y su grupo interdisciplinario hacia una
práctica actualizada, en la cual la relación entre el museo y sus visitantes
goza de más retroalimentación e interactividad[7].
[1] Organización no
gubernamental internacional, fundada en 1946, asociada a la UNESCO, dedicada a
la promoción y al desarrollo de los museos y de la profesión museal.
[2] Pausanias, viajero, geógrafo e historiador
griego del siglo II cuyas descripciones de Grecia, han llevado al hallazgo de
muchos yacimientos arqueológicos.
[3] Objetos cargados de simbología religiosa usada
con fines catequistas, para enseñar la nueva fe del imperio.
[4]
Paolo Giovio (1483-1552) médico, historiador, biógrafo,
prelado italiano del renacimiento. Levantó un palacio en la ribera del lago de
Como, provisto de un importante museo.
[5] Médico flamenco, autor del libro Teatrum
sapientiae (1565), en el cual propone su clasificación de objetos para museos.
[7] Lynne Teather, Ph.D. A
Museum is a Museum is a Museum...Or Is It?: Exploring Museology and the Web.
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