Se han encontrado rastros de una actividad comercial intensa entre Asiria y la península de Anatolia. Caravanas de asnos debían marchar desde la primera hacia la segunda portando fundamentalmente estaño (procedente de las mesetas iranias y del que carecía Anatolia), necesario para obtener el bronce y productos textiles cuya confección era excelente entre los acadios. Llegaban a algunas ciudades como Kanish y allí se almacenaban los productos antes de su entrega.