Desarrollo de las tasas de inflación en Alemania

Evolución en los últimos 62 años con respecto a la Unión Europea

Las tasas de inflación negativas se logran sólo en unos pocos países. Esto significa que el nivel general de precios disminuye y los precios al consumidor se vuelven más baratos. En este caso también se habla de deflación. Sin embargo, los aumentos de precios bastante drásticos que se registraron en Alemania a principios de los decenios de 1980 y 1990 ya no estaban en la media en comparación con otros países, y suelen ser un signo de turbulencia política y económica.

Rendimiento basado en el 100% en 1959:

      Alemania       Unión Europea

Razones de los cambios en la tasa de inflación

Desde 1995, las tasas de inflación alemanas, y también europeas, han disminuido notablemente. Con menos del 1% en algunos casos, el tesoro alemán estaba incluso por debajo de la media. Esto se debe en parte a las fluctuaciones a largo plazo de los precios del petróleo crudo, que se reflejan en los costos de la gasolina y la calefacción. Sin embargo, los reglamentos de la Unión Europea también influyen aquí. Por ejemplo, la Unión Europea tiene como objetivo una tasa de inflación a mediano plazo del 2% anual para toda la zona del euro como tasa de inflación óptima. Alemania es la mayor economía de la zona euro, y por lo tanto tiene una influencia nada despreciable en el panorama general. Para lograr este objetivo, el Banco Central Europeo (BCE) aplica una política monetaria más o menos laxa, en la que, por ejemplo, se compran bonos por billones de dólares para impulsar la economía o se varían los tipos de interés clave para influir en los préstamos y la oferta de dinero.

Inflación percibida

La inflación real es a menudo diferente de la percibida por el ciudadano. Esto se debe principalmente al hecho de que, aunque la cesta de la compra medida contiene numerosos productos de uso cotidiano, también hay productos de alto precio, como los bienes inmuebles, las cámaras o los televisores. Los aumentos de precios son menos frecuentes en el caso de artículos pequeños, como la mantequilla, el pan o los huevos, y en el rango de los 10 centavos, lo que representa un aumento de precio claramente mayor al 2%. Al mismo tiempo, estos artículos se compran con mucha más frecuencia que las lavadoras o los coches, por lo que el ciudadano "siente" una mayor tasa de inflación.

Así es como Alemania mide la inflación

Desde 2002, la Oficina Federal de Estadística ha estado midiendo las tasas de inflación con un "ajuste hedónico de precios". Para ello se utiliza el conocido modelo de cesta de bienes, en el que se determinan regularmente los precios de los bienes representativos. Sin embargo, en grupos de productos especiales, como la electrónica y la medicina, los bienes se encarecen naturalmente si con el tiempo se modifican como resultado de un mayor desarrollo y mejoras de la calidad. Al mismo tiempo, en años posteriores ya no están disponibles bienes obsoletos, como las computadoras. Por lo tanto, para compensar esto, las mejoras continuas de los productos se incluyen en subíndices.

Criterios de convergencia de la UE

Dentro de la Unión Europea, cada Estado miembro debe cumplir los criterios de convergencia del Tratado de Maastricht para lograr aproximadamente la misma estabilidad económica en toda la UE. Además de los límites de deuda, déficit presupuestario y tipos de interés de la deuda pública, estos criterios también incluyen una tasa de inflación máxima. En ningún país puede ser superior al 1,5% por encima de la de los países con precios más estables. En noviembre, fueron Dinamarca, con una tasa de inflación del 0,60%, Italia, con un 0,67%, y Bélgica, con un 0,76%. En conjunto, el resultado es una media del 0,68% y un límite máximo permitido del 2,18%.

Con un 3,17%, Alemania supera notablemente, aunque no peligrosamente, el límite permitido.

Evolución de las tasas de inflación de los bienes de consumo en Alemania

Energía y alimentación

      Energía       Alimentos

Comparación de las tasas de inflación históricas

Base de datos: Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial e indicador del IPC de la OCDE (doi:10.1787/eee82e6e-en)