¿Para qué sirve el arte?


 

Misteriosas formas pintadas en las estalactitas de la Cueva de Nerja (Málaga)

 

Foto: www.webmalaga.com

"El arte o la producción de imágenes lleva consigo un componente comunicativo, expresa algo, guarda un mensaje con significado dentro de la sociedad para la que fue creado"

Jose Luis Sanchidrián (Manual de Arte preshitórico - Ariel)

 

La creación artística es una característica de los seres humanos que nos define y distingue. Somos creadores de formas (reales o imaginarias) que expresan nuestros sentimientos y cómo vemos el mundo, nuestras vivencias más profundas. La expresión de ideas y sentimientos se hace patente desde la prehistoria con una gran fuerza, una fuerza que revela todo lo que hay en el interior de nuestros semejantes más remotos. 

Realizar un viaje al pasado nos depara la sorpresa de encontrar el desarrollo de un arte que, visto desde nuestros días, resulta extraordinariamente atractivo y próximo. Parece como si la historia fuese una repetición indefinida de ciclos, si en una exposición de arte moderno incluímos alguna pintura o escultura prehistórica no desentonaría mucho.La pureza de líneas y la abstracción, para expresar las características y actitudes de los animales, atraviesan miles de años y nos muestran a unas personas con un gusto y estilo esquisitos.

¿Para que sirve el arte?, ¿qué buscaba la humanidad con los grabados, pinturas y estatuillas?. 

Durante toda la historia de la humanidad, el arte ha sido un instrumento comunicativo, pero es la Prehistoria donde aparecen sus formas más puras, realizadas con trazos simples y con un gran sentido espiritual. Entrar en Altamira y contemplar los bisontes con detalle, en silencio, intentando imaginarnos a su autor ejecutando su obra, nos hace ver el gran simbolismo que poseen, la gran fuerza y realismo con la que siguen expresándose a pesar de tantos años. De alguna manera, el artista ha conseguido transmitir y mostrar su obra y sus sentimientos a unos descendientes muy lejanos, aunque nuestra vida cotidiana sea muy distinta y nuestros problemas otros.

Grabados antropomorfos y cazoletas de la cueva de la Santa Cruz  - Conquezuela (Soria)

   El arte es una forma de expresión vinculada a una inteligencia más desarrollada. Aunque la famosa gorila Koko y su compañero Michael (http://www.koko.org) son capaces de expresar con los pinceles cosas asombrosas así como sus sentimientos, su especie no lo hacen de forma espontánea ni generalizada como lo ha hecho la nuestra.

 Existen muchas teorías que intentan explicar porqué y cómo surgió el arte. Algunas hablan de que el ser humano, al contemplar ciertos trazos casuales en una roca o hueso, percibía una semejanza con partes de animales o personas y sintió el impulso de completarlos como pasatiempo, es el "arte por el arte". Hay otras opiniones que nos hablan del origen del arte como parte de los ritos y la magia.

Esta última idea está influenciada por los estudios de los pueblos actuales, como por ejemplo los aborígenes australianos. Según dice Salomon Reinach: El artista prehistórico no tuvo la intención de 'agradar' sino de 'evocar' mediante el dibujo o relieve. El arte era un auxiliar mágico del hombre para relacionarse con las fuerzas invisibles.

  Las imágenes artísticas más antiguas encontradas hasta la fecha tienen una antigüedad de unos 30.000 años. Según los conocimientos actuales no existen pruebas de que los neanderthales expresaran sus ideas con el arte. Parece ser que la imagen, como medio de expresión abstracta pertenece exclusivamente a nuestra especie. No hay ninguna prueba en contra de que los neanderthales no tuvieran manifestaciones religiosas pero tampoco hay ninguna a favor. 

¿Qué sucedió para que, de forma repentina, los seres humanos se expresan a través del arte durante la última glaciación? 

El Paleolítico superior fue una época de grandes cambios. Uno de ellos fue que a Europa llegó una nueva especie de homínido, la nuestra (hace aproximadamente 35.000 años) y traía consigo una serie de innovaciones tecnológicas y sociales que harían cambiar aún más el continente. Esta nueva especie ya había llegado con anterioridad a otras zonas del planeta, como Australia, otro gran foco de arte. Antes de que se descubrieran las famosas pinturas rupestres, ya se conocía el arte prehistórico sobre materiales como el hueso o la piedra. Pero, fue desde el descubrimiento de Altamira, por Marcelino Sanz de Sautuola en 1879, cuando todo el mundo se quedó sin habla y contempló al hombre del pasado desde otra perspectiva.  Los gustos artísticos de nuestro tiempo nos hacen ver el arte prehistórico con placer, si se hubiese descubierto en el Renacimiento quizás no habría llamado tanto la atención, pero a finales del siglo XIX y principios del XX, de todos es sabido que corrientes como el cubismo, el puntillismo, lo abstracto estaban comenzando a imponerse. Por lo que se observó cierta afinidad con esta forma de expresión.

Parece que existe mucha similitud entre ese arte y el del pasado, pero nos separan muchos miles de años. El hombre de entonces tenía otras inquietudes y otras motivaciones.  El artista actual está más preocupado por la libertad de expresión, por su satisfacción al crear sin ningún tipo de traba y en crear algo muy personal. Los hombres y mujeres prehistóricos se regían por otras motivaciones más tribales, aunque el resultado es muy similar y el proceso creativo también. La naturaleza del arte cambia según los conceptos imperantes en la sociedad en un determinado momento .
 

Venus de Galgenberg (Krems - Austria). La actitud de esta mujer parece decir que está bailando.

Foto: www.republika.pl/nihilum/W-galgenberg.htm

 La mayoría de los expertos opinan que el arte prehistórico es una expresión cargada de religiosidad y simbolismo, que no nace por puro goce estético o creativo, sino como consecuencia de determinadas prácticas rituales. El arte sería así un recurso para intervenir en el medio en el que vivían, un vehículo para escapar de la propia impotencia ante un mundo complejo y peligroso.

Según Elie Faure "... el arte es siempre un sistema de relaciones y un sistema sintético, busca el sentimiento esencial. Cualquier imagen es un resumen simbólico de la idea que se hace el artista del mundo ilimitado de las sensaciones y de las formas, una expresión de su deseo".  Los elementos de la primera síntesis los encuentra el ser humano en su propia vida, y lo pone de manifiesto en la escultura, el bajorrelieve, el grabado, las pinturas...

Pedro Saura y Matilde Múzquiz han estudiado en profundidad los grabados y pinturas de la cueva de Altamira, además de otras muchas cuevas. En una conferencia sobre la réplica realizada del techo de los polícromos comentaron algunas de sus conclusiones sobre los artístas de hace 15.000 años, como por ejemplo la de que los animales aparecen representados en diferentes actitudes. Por el día nuestros antepasados veían a esos animales vivos: mamuts, osos, bisontes, caballos, uros , renos... que se encontraban bien en reposo, asustados, apacibles, pastando o huyendo. El trazo del artista es de un solo impulso o línea, parece como si al realizarlo estuviera muy seguro de sí, como si se supiera de memoria las formas del animal, algo que indica la gran observación y conocimiento del mundo natural que poseía. El artísta probablemente caza o ha cazado, pues las posturas de los animales son tan exactas que no las podría haber realizado sin haberlos observado en silencio, agazapado y escondido. Con tan solo unos pocos trazos, pero muy seguros, indica de forma increíble qué tipo de animal representa y en qué momento de su actividad se encuentra. Esto puede observarse magníficamente en estas leonas dispuestas a cazar.
 

Leonas de la Cueva de Chauvet (Francia) en posición de caza.

Foto: http://www.culture.gouv.fr/culture/arcnat/chauvet/es/espa4.htm

Leona y cachorro actuales. Foto tomada en tomada en Botswana en septiembre 2002

Foto: http://Charlie.imageculture.com

"Los relatos de los cazadores por la noche alrededor del fuego, las preguntas de los pequeños, el trabajo de los artistas, ... todo prolonga el bosque, el agua; los pellejos y las pieles de abrigo extendidos sobre el suelo, los utensilios de hueso y marfil, las fibras vegetales, los lechos de hojas secas y los haces de ramas muertas entre las estalactitas de la bóveda perlada por la humedad. En las tardes de invierno, en las tardes de fuego y leyendas, sus resplandores esbozan en la oscuridad del fondo apariciones fugitivas. Son los animales muertos que regresan, los animales que habrá que abatir, aquellos con los que la tribu se ha alimentado, cuyos huesos han trabajado, que se han convertido para ellos en divinidades protectoras. Por ello, plasman su imagen en los rincones más apartados y oscuros de la caverna donde su poder se perpetúa."    (Elie Faure, «Historia del Arte». Alianza. Madrid 1985 )

 

La teoría más generalizada sobre el sentido del arte prehistórico habla de magia y totemismo. Ambos son muy comunes en ciertos pueblos que aún mantienen tradiciones ancestrales. Comparando las tradiciones de estos pueblos recolectores-cazadores que aún existen y que narran sus creencias y símbolos (Etnografía comparada) con otros pueblos y con los restos de arte prehistórico que existe, se pueden sacar estas conclusiones. Algunas organizaciones trabajan contrarreloj para registrar sus ideas y formas de vida antes de que se extingan culturalmente. Muchas veces son los más ancianos los únicos que pueden ya contar ciertos detalles reveladores que dan pistas sobre el significado del arte de hace 30.000 años.

Según Henri Breuil, la denominada magia simpática consiste en establecer una relación entre el deseo y lo real para que las propiedades de uno influyan en el otro, es decir, se pretende que representando un objeto de la vida cotidiana se tenga poder sobre él. Aún podemos comprobar esto en muchas creencias actuales y cotidianas, se trata de la convicción en que un objeto tiene propiedades como proteger a su portador, a su familia o a su pueblo. Existen dos temas principales en este sentido o dos fuentes de deseo: la caza y la fertilidad. Por otro lado, el totemismo consiste en identificar ese animal como representación de los antepasados, se convierte así en un ser protector del grupo. Por otro lado, el totemismo considera que el animal que se representa guarda el espíritu de un antepasado que protegería al grupo.

   Existen más teorías que intentan explicar para qué sirve el arte, pero cualquier artista, aunque no sepa nada de teoría o historia del arte, puede intentar responder a esta pregunta desde su interior, cuando está creando. Todas las sensaciones y sentimientos al ejecutar los movimientos, al elegir el material, los colores, las dificultades con las que se topa o los interrogantes cuando llega a un punto en el que no sabe cómo continuar, la total concentración en su obra y obsesión, en algunas ocasiones, hasta conseguir lo que quiere... cualquier artista, como digo, puede aproximarse al artista prehistórico y compartir con él la emoción que sentía al realizar sus obras. Ver una pintura o un grabado nos puede acercar mucho a la mano y la mente de quien lo creó. En el siguiente artículo de prensa se comentan algunas de las ideas actuales sobre el arte paleolítico:

 

El País - Domingo, 18 de agosto de 2002

UN GRUPO DE EXPERTOS DESENTRAÑA EL MISTERIO DEL ARTE PALEOLÍTICO

¿Cosa de chamanes? ¿Manifestación cultural para la caza? ¿Magia? ¿Diversión? Pues todo a la vez y según los casos. A esa conclusión llegaron los participantes de un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander.

JESÚS RUIZ MANTILLA


No hay una razón que explique el arte paleolítico en su conjunto, depende de cada circunstancia', asegura José Antonio Lasheras, director del Museo de Altamira. Ya nadie trata de imponer una teoría, la razón de por qué los primeros humanos, hace 30.000 años y más, empezaron a llenar las cavernas de caballos, cazadores, bisontes, mamúts... 'Los teóricos del arte prehistórico nos hemos hecho más modestos', afirma Gerhard Bosisnki, catedrático de prehistoria de la Universidad de Colonia.

Los dos han sido activos participantes de un curso, titulado Significado del arte paleolítico, que se ha celebrado esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander. En él, diversos expertos de todo el mundo han tratado de dar su visión de ese hecho.

Todo empezó con la magia. 'Era la base de las teorías de antes de la II Guerra Mundial. Se pintaba como una suerte de arte de magia para la caza', asegura Joaquín González Echegaray, director del curso y responsable del Instituto para Investigaciones Prehistóricas Santander-Chicago.

Luego llegó el estructuralismo y el psicoanálisis. Las teorías de Leroy Gourham o Max Raphael, que buscaban las razones en el inconsciente y que estuvieron de moda en los años sesenta. 'Según ellos había animales que representaban lo masculino y, otros, lo femenino, como el caballo, para los hombres, o el bisonte, para las mujeres. Todos transmitían un mensaje del que los autores no eran conscientes', asegura González Echegaray.

Teorías para todos los gustos y disgustos, que trataban de dar unidad a un hecho prehistórico crucial: 'La creación, el indicio más importante de que el hombre era diferente a los animales', asegura Lasheras. Algo que forjó una conciencia de superioridad, de dominio, de poder, también. Y algo que está repartido en una región, la cornisa cantábrica española y el sur de Francia, donde se concentra la mayor manifestación de talento prehistórico en 50 cuevas importantes, según Lasheras y Bosisnski. 'Son las que tienen interés dentro de un área más grande cuyos límites van de los Urales, en Rusia, a Campo de Gibraltar, en la península Ibérica, donde están las alrededor de 300 cuevas conocidas hasta ahora en Europa'.

Bosisnski, 'el mayor experto europeo en el mundo prehistórico' según Lasheras, trata de descifrar las principales motivaciones del arte. 'Eran guías para iniciar a la vida, a la cultura y a la caza a los más jóvenes. También fiestas de culto, formas de acercar a la gente a entender su cosmogonía, una explicación del todo, una orientación'.

Una forma de comunicación que empezó hace 35.000 años ya con técnica depurada, como ha demostrado el descubrimiento de las pinturas en Chauvet, las cuevas cercanas a Marsella descubiertas en 1994, y se extiende hasta hace 10.000 con un punto definitivo en Altamira, cuyas figuras datan de hace 15.000 años.

¿Quiénes eran los artistas? Individuos con ascendente, influencia y autoridad, parece claro. 'Los chamanes debían saber pintar o aprender para ejercer como tales', dice Lasheras. Pero también debían ser magos, curanderos, sacerdotes. Lo que está fuera de toda duda es que tenían talentos descomunales y son artistas anónimos, reconocidos hoy por sus colegas contemporáneos'.

La pregunta del millón, es averiguar dónde adquirían esa técnica, cómo aprendían a pintar cuando no había referentes, nada más que la pura y dura realidad. 'No hay claridad, no se sabe dónde empezó todo. Probablemente se iniciaron las técnicas en África y luego se fueron extendiendo a Europa', dice Lasheras. Bosinski no lo ve claro: 'En cualquier parte pudo surgir; antes de los grandes templos había pequeños objetos móviles donde de ensayaba, en piedras sueltas, cosas así'.

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