En los azares de la vida no hay tesoro más grande que la gratitud.
MJM, 05/2002
Al Ser Supremo
que nos dotó de vida, sin su ayuda este trabajo no hubiera sido
posible, a Él honor, gloria y gratitud.
A nuestros
progenitores, los cuales llenos de paciencia, nos han guiado a
través de esta empinada montaña de triunfos y fracasos.
A doña María,
la cual nos abrió las puertas de su casa y de su corazón, nos
regaló parte de su valioso tiempo y el valor de su
inconmensurable trabajo.
A todas aquellas
personas que nos regalaron un pequeño espacio en su corazón y
con su ayuda conocimos muchas anécdotas que serán de mucho
provecho para nuestra vida.
A don Francisco
Henríquez, el cual fue nuestro amigo y fiel colaborador.
A doña Sonia
Pineda, la cual nos instó a realizar tan valioso trabajo, que ha
sido una gran experiencia.
A don Oscar
Aguilar Bulgarelli, quien nos brindó su valiosa ayuda y mucho de
su tiempo para la elaboración adecuada de este documento.
A Don Braulio y
demás colegas de la Biblioteca de la Sede de Occidente, los
cuales nos permitieron desarrollar una parte de nuestro trabajo
en sus instalaciones y nos brindaron su valiosa ayuda.
A todos aquellos
que han caminado a nuestro lado durante estos meses y nos han
colaborado para realizar este trabajo.
¡Infinitas Gracias!
Copyright
©Patricia Sánchez López, 2002 ©Mayra Jiménez Méndez, 2002