Ampliación: Desarrollo embrionario en humanos
En los animales, el aparato
circulatorio es el primero que se desarrolla en el embrión
y el corazón prácticamente
es el primer órgano que funciona. Esto tiene su lógica
ya que el embrión, en su desarrollo, va a necesitar que
se distribuyan las substancias nutritivas y el embrión
crece a gran velocidad. El aparato
circulatorio tiene que funcionar y
desarrolarse a la vez. Y debe funcionar antes de que se
desarrolle intestino, pulmones o riñón, por ejemplo.
En el Hombre, el aporte de
nutrientes al embrión proviene de la placenta. Y la
respiración se canaliza a través de las membranas
coriónica y alantoidea. En estas
zonas el intercambio se hace por difusión, lo que
implica una fuerte vascularización por lo que el sistema
circulatorio tiene que estar desarrollado.
La ontogenia (desarrollo
embrionario) refleja más o menos la historia filogenética (evolución)
de un animal. Así por ejemplo, aunque nuestros embriones
no tienen branquias conservan
seis pares de arcos aórticos en etapas
tempranas del desarrollo. Estos arcos aórticos, en
peces, irrigan las branquias, pero en nuestro caso no
tienen una finalidad aparente.
El corazón se desarrolla durante la
3ª semana a partir del mesodermo. Se
desarrollan los cordones angioplásticos que se reúnen
para dar lugar a los tubos endocárdicos laterales.
Durante la 4ª semana estos tubos se unen para dar el tubo
cardíaco primitivo. El corazón comenzará a
latir. Entre la 5ª y 8ª semanas este tubo se pliega y
remodela para originar el corazón típico de cuatro cámaras:
el seno venoso formará
parte de la aurícula derecha. La aurícula original dará
lugar a algunas partes de las dos aurículas. El ventrículo
original formará la mayor parte del ventrículo
izquierdo. El bulbo cardíaco formará
el ventrículo derecho. El tronco arterioso formará
la aorta y la arteria pulmonar.
En otro apartado de esta web veremos
como cambia el circuito para poder dirigirse a los
pulmones (circulación fetal/circulación
adulta).