Ampliación: ¿Por qué es necesario el corazón?
Los seres vivos están formados por células. Cada célula debe intercambiar con su medio sustancias: captar nutrientes (glucosa, oxígeno...) y expulsar sustancias de desecho (CO2, amoniaco...). A esta actividad en conjunto se la denomina "función de nutrición".
Los organismos unicelulares realizan este intercambio directamente con su medio pero en los seres pluricelulares, las células del interior se comunican con exterior a través de sus compañeras más externas lo que dificulta el intercambio.
Supone una ventaja el desarrollo de un medio interno, es decir, un medio fluido que baña a todas las células y con el que ellas intercambian las sustancias. Este medio interno intercambia con el externo. Pero aún así, si el organismo es muy grande (por ejemplo, el nuestro tiene unos 100 billones de células) este intercambio entre medios, por difusión puede ser demasiado lento. Si se moviese el medio interno, ese intercambio sería más rápido. Por ello, la aparición de un corazón ( que en un principio no sería más que un tubo contráctil) tendría ventajas evolutivas.
Este medio interno circulante además permitiría otras ventajas como la comunicación química rápida entre células, la distribución de sustancias, el mantenimiento de la temperatura uniforme, la regulación de la concentración de muchas sustancias... Al mantenimiento de estas características físico-químicas constantes se le conoce con el nombre de homeostasis.
Existen varios aparatos implicados en esta función: aparato circulatorio (mueve el medio interno para que los intercambios sean más eficaces), aparato digestivo (aporta moléculas orgánicas, sales y agua al medio interno) , aparato excretor y aparato respiratorio (extrae dióxido de carbono y aporta oxígeno al medio interno) principalmente. Nosotros nos centraremos en el aparato circulatorio y concretamente en el corazón.