Ampliación: insuficiencia cardíaca
La sangre aporta a los tejidos nutrientes necesarios para sus reacciones metabólicas, como por ejemplo el oxígeno. Por ello el corazón debe enviar una cantidad suficiente de estos nutrientes. En el caso de que no sea así, se produce insuficiencia cardíaca.
Por lo general esta dolencia aparece de forma paulatina. Muchas personas pueden tener esta afección y no darse cuenta hasta pasados unos años.
Las causas directas suelen ser un mal funcionamiento de las válvulas (valvulopatías) o una menor actividad del miocardio (por ejemplo por un infarto previo, una infección...).
La hipertensión y la diabetes son factores de riesgo.
Hay dos tipos:
Insuficiencia sistólica: no se contrae suficientemente por lo que la sangre no es impulsada con fuerza y queda, al menos en parte, en la cavidad cardíaca. Por ello tampoco puede entrar sangre en el corazón y se acumula en los pulmones (congestión pulmonar).
Insuficiencia diastólica: al no distenderse bien el corazón, no recibe sangre suficiente. Esto implica una acumulación de líquidos en piernas, tobillos y pies por ejemplo.