viernes, 24 de octubre de 2008

Ver esto si se repite en gmail para colocar en el lugar de delincuencia juvenil

"Entre los factores más analizados sobre la delincuencia es la edad de los victimarios. El incremento de la delincuencia juvenil e infantil presenta un serio problema social; en Argentina el porcentaje de inculpados menores de 21 años creció en forma sostenida desde 1995. De igual manera, la proporción de inculpados menores de 21 ha crecido entre 1991 y 1997 en una tasa promedio anual de 2,1%, pero en el período 1995-97 este crecimiento adquirió rapidez alcanzando el 7,8 % anual (Cerro y Meloni, 1991, p. 21). Estas cifras son preocupantes, más aún cuando el 42% de las sentencias de 1999 fueron para ciudadanos entre 18 y 25 años (Clarín, 20 de febrero de 2000). Otro dato a considerar es que el 47% de los imputados en 1997 tenían entre 18 y 29 años y el 9,8% tenía menos de 18 años (Ámbito Financiero, 20 de enero de 1998). Finalmente, la edad promedio de los internos en las cárceles a nivel nacional ha bajado notoriamente; en las cárceles de la Provincia de Buenos Aires la edad promedio de los internos ha pasado de 31 años en 1984 a 21 años en 1994 (Citara, 1995). Por otro lado, el nivel de instrucción de los delincuentes es una variable central a la hora de caracterizar a este grupo poblacional. En el período 1996-1999 el porcentaje de inculpados con nivel educativo inferior al secundario (analfabeto, escasa y primaria) superó el 91% en todos los años a nivel nacional y en las provincias (conf. Lucía Dammert: "La criminalidad en Argentina de los 90s, en Magazine N° 7, DHIAL, IIG, PNUD).
"Todos los países de América Latina dan cuenta de un aumento de la criminalidad, quizá mal medida por la carencia o ineficacia de los servicios estadísticos correspondientes, pero de una manera u otra tal aumento se verifica. Mientras tanto, la legislación no siempre marcha al paso de los cambios sociales y, como consecuencia de ello, el delito y el delincuente aparecen definidos o comprendidos en leyes que sociológicamente han dejado de estar acordes con la realidad" (Bergalli, Roberto: "Criminología Latinoamericana", Ed. Pannedille, pags. 97 y 98, Bs. As., 1972).
El problema de los menores es especialmente preocupante en este contexto. Significa a la vez el "etiquetamiento" y la estigmatización temprana de generaciones enteras. La imposibilidad virtual de reincorporarlos al proceso productivo. Hay un dato estadístico objetivo que indica que durante la adolescencia es cuando más aumenta el número de reincidencia delictiva, cuya curva desciende a medida que el individuo alcanza la adultez. Esta sola pauta implica la necesidad de comprender la importancia del fenómeno delincuencial juvenil y es uno de los elementos que le confiere dinámica y entidad ontológica propia, ya que la autonomía científica del derecho (penal) de menores se halla fuertemente puesta en crisis y no sin razón.

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