http://es.wikipedia.org/wiki/Dialectica (Marzo 2008)

La dialéctica es un método de razonamiento, de cuestionamiento y de 
interpretación, que ha recibido distintos significados a lo largo de 
la historia de la filosofía. Algunos de estos significados son:

* Técnica de razonamiento que procede a través del despliegue de una 
tesis y su antítesis, resolviendo la contradicción a través de la 
formulación de una síntesis final.

* Modo de elevarse desde lo sensible hacia lo inteligible, es decir 
partiendo de la certeza de los sentidos hacia el desarrollo de 
conceptos de un mayor grado de universalidad y racionalidad.

* Ciencia que trata de las leyes más generales del desarrollo de la 
naturaleza, de la sociedad y del pensamiento humano que surge en 
oposición a la Metafísica.

La dialéctica, en todos estos casos, designa un movimiento propio del 
pensamiento.

Dialéctica Espontánea en la Antigüedad

Heráclito de Éfeso formuló dos proposiciones que fueron incorporadas 
como pilares de la estructura del pensamiento dialéctico: 1) todo 
fluye, todo está en movimiento y; 2) todo está formado por opuestos 
que siempre están en estado de tensión dinámica, de manera que 
cualquier forma determinada es el resultado del equilibrio entre 
fuerzas opuestas.

Dialéctica de los conceptos de Platón

Uno de los primeros ejemplos de aplicación del método dialéctico lo 
ofrecen los Diálogos del filósofo griego Platón. En sus obras, el 
examen usualmente lo lleva a cabo su personaje Sócrates, quien dirige 
a su interlocutor una serie de preguntas para explorar si hay 
inconsistencias en las opiniones de éste. Estas preguntas son, pues, 
críticas y comprometedoras, y puede considerarse que equivalen a 
objeciones; pues naturalmente, una teoría que muestra ser 
contradictoria no puede aceptarse como verdadera. El procedimiento de 
preguntas y respuestas da lugar así a una discusión o controversia 
racional. En cualquier caso, mediante la detección y eliminación de 
errores, el procedimiento tiende a la identificación de la verdad, o 
al menos, de lo que racionalmente puede aceptarse como tal. La 
refutación se convierte en un método de prueba.

Casi todos los filósofos presocráticos habían escrito como profetas 
iluminados, sin pensar siquiera en hacer el intento por dar alguna 
prueba de la validez de sus puntos de vista. Una excepción importante 
es Zenón de Elea, quien introduce en la filosofía la idea de refutar 
racionalmente las teorías de sus adversarios, mostrando que conducen a 
paradojas. Este es el antecedente del que parten Sócrates y Platón, el 
último de los cuales lleva la idea un paso más lejos, pues sn el 
primer filósofo que practica la autocrítica. Tal vez Platón intenta 
mostrar así cuánto más le interesa la búsqueda de la verdad, que la 
defensa de sus posiciones. En todo caso, la dialéctica (entendidad 
como controversia, y más fundamentalmente, la exposición a la crítica) 
queda perfilada por él como un procedimiento de investigación. A este 
gesto del clásico puede atribuirse el que la filosofía sea hoy un 
campo de investigación académica, y no una rama de la mitología o de 
la literatura fantástica.

Dialéctica de la Filosofía Clásica Alemana

La dialéctica de Hegel

Hegel pensaba que la evolución de las ideas se produce a través de un 
proceso dialéctico, es decir, un concepto se enfrenta a su opuesto y 
como resultado de este conflicto, se alza un tercero, la síntesis. La 
síntesis se encuentra más cargada de verdad que los dos anteriores 
opuestos. La obra de Hegel se basa en la concepción idealista de una 
espiritú universal que, a través de la evolución, aspira a llegar al 
más alto límite de autoconciencia y de libertad.

El acto mismo del conocimiento es la introducción de la contradicción. 
El principio del tercero excluido, algo o es A o no es A, es la 
proposición que quiere rechazar la contradicción y al hacerlo incurre 
precisamente en contradicción: A debe ser +A ó -A, con lo cual ya 
queda introducido el tercer término, A que no es ni + ni - y por lo 
mismo es +A y -A. Una cosa es ella misma y no es ella, porque en 
realidad toda cosa cambia y se transforma ella misma en otra cosa. 
Esto significa la superación de la lógica formal y el establecimiento 
de la lógica dialéctica.

La identidad es la determinación de lo simple inmediato y estático, 
mientras que la contradicción es la raíz de todo movimiento y 
vitalidad, el principio de todo automovimiento y solamente aquello que 
encierra una contradicción se mueve.

Dialéctica Materialista

El filósofo alemán Karl Marx aplicaba el concepto de dialéctica a los 
procesos sociales y económicos. Este proponía una solución a un 
problema generalizado de extremos económicos por medio de tres 
conceptos: tesis, antítesis y síntesis. La primera era la fuente del 
problema en este caso la mala distribución del capital, dado que la 
mayor parte de este iba a las clases burguesas. La segunda proponía 
que los proletarios debían ser dueños de los medios de producción y un 
reparto equitativo del capital económico. Estas dos dieron como 
síntesis el comunismo.

La más simple e influyente formulación del materialismo dialéctico se 
halla en Engels, que creyó con ello no desviarse de Marx o, en todo 
caso, creyó completar a Marx. Aunque Engels se opuso al idealismo, 
incluyendo el idealismo de Hegel, encontró en este autor apoyo para 
una «filosofía de la Naturaleza» que descartara y superara el 
materialismo mecanicista. Este materialismo es, según Engels, 
superficial y no tiene en cuenta que los modelos mecánicos no se 
aplican a nuevos desarrollos científicos, tales como los habidos en 
química y en biología, y especialmente tal como se manifiestan en la 
teoría de la evolución de las especies, tampoco tiene en cuenta el 
carácter práctico del conocimiento y el hecho de que las ciencias no 
son independientes de las condiciones sociales y de las posibilidades 
de revolucionar la sociedad.

Mientras el materialismo mecanicista se apoya en la idea de que el 
mundo está compuesto de partículas materiales que se combinan entre sí 
de un modo «inerte», el materialismo dialéctico afirma que los 
fenómenos materiales son procesos. Hegel tuvo razón en insistir en el 
carácter global y dialéctico de los cambios en los procesos naturales, 
pero erró en hacer de estos cambios manifestaciones del «Espíritu», 
porque en la base esta la materia que se desarrolla dialécticamente. 
Negar que hay contradicciones en la Naturaleza es, según Engels, 
mantener una posición metafísica; lo cierto es que el movimiento mismo 
está lleno de contradicciones. Son contradicciones «objetivas» y no 
«subjetivas». Sin la constante lucha de los opuestos no pueden 
explicarse los cambios. El carácter de lucha y oposición de contrarios 
es, según Engels, universal. Se manifiesta no sólo en la sociedad y en 
la Naturaleza, sino también en la matemática.

Con Lenin se inicia una tradición de materialismo dialéctico llamada 
«marxista-leninista». Para él, la dialéctica es la doctrina del 
desarrollo en su forma más completa, profunda y libre de 
unilateralidad, la doctrina acerca de lo relativo del conocimiento 
humano, que nos da un reflejo de la materia en perpetuo desarrollo.

Así, mientras la dialéctica en el materialismo dialéctico pone de 
relieve aspectos «idealistas» y «hegelianos», el materialismo en la 
misma doctrina pone de relieve, o puede terminar por poner 
excesivamente de relieve, aspectos puramente «mecanicistas» o 
«superficiales». El equilibrio entre dialéctica y materialismo en el 
materialismo dialéctico es por ello uno de los desiderata de muchos de 
los autores adheridos a esta tendencia.

En ocasiones se ha procurado resolver el conflicto entre los dos 
componentes del materialismo dialéctico acentuándose los aspectos 
«prácticos». Así sucede, por ejemplo, con el maoísmo y con varías 
tendencias políticas más interesadas en la realización de un programa 
que en discutir las bases filosóficas subyacentes en el mismo.

La Crítica de Sartre

Sartre fue ante todo un polemista y un defensor de la importancia de 
la confrontación de opiniones como condición del conocimiento y de las 
transformaciones conscientes de la vida y la sociedad.