http://es.wikipedia.org/wiki/Georg_Wilhelm_Friedrich_Hegel (Marzo 2008) Georg Wilhelm Friedrich Hegel (n. Stuttgart, 27 de agosto de 1770 - m. Berlín, 14 de noviembre de 1831), filósofo alemán. Le fascinaron las obras de Spinoza, Kant y Rousseau, así como la Revolución Francesa. Consideran muchos que Hegel representa la cumbre del movimiento decimonónico alemán del idealismo filosófico, que habría de tener un impacto profundo en el materialismo histórico de Karl Marx. Contrario a lo que se dice habitualmente, la primera obra de Hegel no es su Fenomenología del espíritu (o Fenomenología de la mente), sino La Constitución de Alemania, publicada en 1802, donde Hegel da cuenta del triste estado germánico-romano de aquella época. El sistema que propone para Alemania y el resentimiento que ahí expresa por los demás países de Europa, con excepción de Italia que, según Hegel, comparte el destino de Alemania, hace de esta obra un extraño presagio de la Segunda Guerra Mundial. Hegel introdujo un sistema para entender la historia de la filosofía y el mundo mismo, llamado a menudo dialéctica: una progresión en la que cada movimiento sucesivo surge como solución de las contradicciones inherentes al movimiento anterior. En las explicaciones contemporáneas del hegelianismo a menudo aparece fragmentada en tres momentos llamados tesis (en nuestro ejemplo, la revolución), antítesis (el terror subsiguiente) y síntesis (el estado constitucional de ciudadanos libres). Sin embargo, Hegel no empleó personalmente esta clasificación; fue creada anteriormente por Fichte en su explicación más o menos análoga de la relación entre el individuo y el mundo. Los estudiosos serios de Hegel no reconocen, en general, la validez de esta clasificación, aunque probablemente tenga algún valor pedagógico. Hegel se valió de este sistema para explicar toda la historia de la filosofía, de la ciencia, del arte, de la política y de la religión, pero muchos críticos modernos señalan que Hegel a menudo parece pasar por alto las realidades de la historia a fin de hacerlas encajar en su molde dialéctico. Hegel fue uno de los promotores más notables de la superioridad europea, más exactamente del norte de Europa, sobre las demás culturas del mundo. Para él, la Historia Universal nace en Asia, y culmina en Europa. Tras la muerte de Hegel, sus seguidores se dividieron en dos campos principales y contrarios. Los hegelianos de derecha, discípulos directos de Hegel en la Universidad de Berlín, defendieron la ortodoxia evangélica y el conservadurismo político del periodo posterior a la restauración napoleónica. Los de izquierda vinieron a ser llamados jóvenes hegelianos e interpretaron a Hegel en un sentido revolucionario, lo que los llevó a atenerse al ateísmo en la religión y a la democracia liberal en la política. Entre los hegelianos de izquierda se cuenta a Bruno Bauer, Ludwig Feuerbach, David Friedrich Strauss, Max Stirner y, el más famoso, Karl Marx. http://es.wikipedia.org/wiki/Tr%C3%ADada_dial%C3%A9ctica (Marzo 2008) En el contexto de la explicación de la filosofía de Hegel (no es, por tanto, un término acuñado por el propio filósofo), la expresión tríada dialéctica se utiliza para hacer referencia a la materialización de la dialéctica en forma de una concepción de la realidad como proceso circular, proceso desarrollado en tres momentos y movido por el principio de la contradicción. La imagen del círculo es empleada por el propio Hegel: en tanto que lo infinito es una Totalidad, todo está relacionado en oposición, por lo que el Todo se encuentra en movimiento y devenir. Esos tres momentos del proceso dialéctico se corresponden con las expresiones acuñadas por Fichte de tesis, antítesis y síntesis. * El primer momento (tesis) es el estar en sí. * Haciendo uso de la razón, lo que está en sí sale de sí y se niega a sí mismo en lo otro, llegándose así al segundo momento (antítesis) que es el ser para sí. * El tercer momento (síntesis) es el ser en y para sí, llegándose a la superación (no a la negación de la antítesis) y, en definitiva, a la auto-reconciliación del ser. Esta síntesis, de inmediato, se vuelve a convertir en una tesis. http://es.wikipedia.org/wiki/Principio_del_tercero_excluido (Marzo 2008) El principio del tercero excluido es un principio de la lógica tradicional formulado canónicamente por Leibniz como: o A es B o A no es B. Ahora lo leemos del siguiente modo: o bien P es verdadera, o bien su negación P lo es. Entre dos proposiciones que juntas forman una contradicción no hay una tercera posibilidad, la tercera está excluida. Clásicamente se considera que es uno de los principios o leyes fundamentales del pensamiento (junto con el principio de identidad, de no contradicción y de razón suficiente). Este principio pertenece a los llamados principios racionales, pues son proposiciones evidentes por sí mismas y por ende indemostrables, que están implícitas o presupuestas como norma absoluta en todas las operaciones intelectuales. Se llaman racionales porque están inmediatamente constituidos por la razón y son a la vez constitutivos de ella. http://es.wikipedia.org/wiki/Principio_de_identidad (Marzo 2008) El principio de identidad es una ley lógica que, junto al principio de no contradicción y al principio del tercero excluido, constituye las bases de la lógica aristotélica clásica. El principio de identidad indica que A = A. http://es.wikipedia.org/wiki/Principio_de_no_contradicci%C3%B3n (Marzo 2008) En palabras de Aristóteles el principio indica que "uno no puede hablar de que algo es y no es al mismo tiempo y respecto al mismo tema". http://es.wikipedia.org/wiki/Principio_de_raz%C3%B3n_suficiente (Marzo 2008) El principio de razón suficiente, enunciado en su forma más acabada por Gottfried Leibniz afirma que no se produce ningún hecho sin que haya una razón suficiente para que sea así y no de otro modo. Asi, sostiene que los eventos considerados azarosos o contingentes parecen tales porque no disponemos de un conocimiento acabado de las causas que lo motivaron. Una de las consecuencias generales para la física del principio de razón suficiente fue condensada por Leibniz en forma de aforismo: "En el mejor de los mundos posibles la naturaleza no da saltos y nada sucede de golpe", lo cual vincula dicho principio con el problema del continuo y de la infinita divisibilidad de la materia.