lunes, 15 de febrero de 2016

La digestión y el aparato digestivo

La DIGESTIÓN es el proceso de transformación de los alimentos en nutrientes. Se realiza en el aparato digestivo que tiene dos componentes:

Tubo digestivo. Es un largo tubo musculoso de unos ocho metros de longitud. Tiene las siguientes parte: boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso.


Glándulas. Vierten sustancias en el tubo digestivo para ayudar a hacer la digestión. Son las glándulas salivales, el hígado y el páncreas.






domingo, 31 de enero de 2016

LA PREHISTORIA DE CANARIAS: los aborígenes canarios, primeros pobladores de las Islas



Se pretende conocer algunas características básicas de la economía, la organización social, los modos de vida y creencias religiosas de las comunidades aborígenes insulares que vivieron en Canarias antes de la llegada de los europeos. Los aborígenes, sociedades primitivas procedentes del norte de África, algunas de cuyas costumbres, palabras, alimentos, etc., todavía perviven en la actualidad.


Las fuentes 

El Archipiélago canario ya estaba poblado por los aborígenes cuando los europeos lo conquistan en el siglo XV. Éstos escribieron crónicas en las que describen las Islas y a sus pobladores: son las fuentes escritas. Como los propios canarios primitivos no dejaron documentos escritos, (o estos son muy escasos y poco conocidos), también podemos acercarnos a su conocimiento a través del estudio de los objetos que utilizaban en su vida diaria, es decir, de las fuentes arqueológicas. 

Procedencia de los aborígenes 

Los aborígenes canarios: guanches (Tenerife); auaritas o benahoritas (La Palma); gomeros (La Gomera); bimbaches (El Hierro); canarios (Gran Canaria) y maxos (Fuerteventura y Lanzarote), llegaron en diferentes oleadas migratorias desde el primer milenio a. C. procedentes del noroeste de África (Magreb y Sahara) y se fueron adaptando a las diferentes condiciones geográficas de las Islas. 



Las viviendas y los utensilios

Vivían cerca de manantiales, en cuevas naturales o artificiales excavadas por ellos mismos sobre rocas blandas y en casas de piedra con cubierta vegetal que llegaron a formar poblados. En estas cuevas y casas de piedra, habitualmente sepultados en el suelo por el paso del tiempo, se han podido encontrar vasijas de barro como gánigos, y tamarcos o vestidos de piel de cabra u oveja, que fabricaban las mujeres. 

Las tabonas o cuchillos de piedra, los molinos de mano para moler el grano y hacer  el gofio, los collares y colgantes de cuentas de barro o conchas marinas, los banotes y las añepas de madera, las pintaderas de arcilla y la cerámica eran otros tantos trabajos artesanos que en su mayor parte realizaban las mujeres.



Una economía de pastores, agricultores y recolectores 

Los hombres eran, sobre todo, pastores. Su cabaña ganadera se componía de cabras, ovejas sin lana y cochinos. Los perros eran de gran ayuda para guardar el ganado. Los rebaños proporcionaban a la familia alimentos (leche, queso, manteca y carne) y las materias primas (pieles, huesos y tendones) con las que fabricaban diversos utensilios. 
También practicaban la agricultura en todas las Islas, excepto en La Palma y Fuerteventura, pero fue en Gran Canaria donde alcanzó un mayor desarrollo a pesar de su escaso nivel técnico, pues no conocían el arado ni disponían de animales de tiro para realizar las faenas. 

Hombres, mujeres y niños participaban en las faenas del campo, pero mientras los hombres desbrozaban y araban la tierra con palos rematados en sus extremos con cuernos de cabra (palo cavador), las mujeres y los niños se ocupaban de la siembra, del riego, de la siega, la trilla, así como del almacenamiento en los graneros o silos.



Los cereales (cebada y trigo) y las habas tostados y molidos (gofio) constituían una parte importante de la dieta alimenticia de los aborígenes, que los consumían mezclados con leche, agua, manteca o miel. 

Además de actividades productoras, como la ganadería y la agricultura, practicaban otras depredadoras que les permitía complementar su dieta alimenticia, como la recolección de frutos silvestres (bicácaros, mocanes...) o de mariscos (burgados, lapas...) y la pesca con anzuelos y redes de junco desde la orilla. 

Una sociedad tribal 

Las poblaciones aborígenes adoptaron una organización social tribal. Las Islas se dividían en tribus, salvo en Lanzarote y El Hierro, en las que sólo había una, con demarcaciones territoriales que, aunque con una misma lengua y cultura, eran independientes. 
La base social era la familia extensa compuesta por el patriarca, su mujer y los hijos casados con sus mujeres que, bajo la autoridad del patriarca, cooperaban en las labores domésticas y de subsistencia del grupo familiar. 

Entre los aborígenes existían claras diferencias sociales entre los nobles (cichiciquitza) o los más nobles (achimencey), y los villanos (achicaxna), como describía Leonardo Torriani (fines del s. XVI) a los grupos sociales de Tenerife, tratando de compararlos con los de su época. En Gran Canaria las diferencias entre nobles y villanos o plebeyos, como los llamaban los cronistas, eran aún más acentuadas. Los nobles se distinguían de los villanos por el tamaño de sus rebaños, por los vestidos y las viviendas, por los oficios o trabajos que hacían y hasta por el diferente cuidado practicado en sus enterramientos. Como señal externa de su clase o rango social, los nobles se dejaban barba y pelo largo, que se teñían de rubio, mientras los villanos no llevaban barba y su pelo estaba recortado. 
De las restantes Islas Canarias se dispone de mucha menos información.


La organización política 

En el momento de la conquista las Islas, salvo Lanzarote y El Hierro, estaban divididas internamente, según los cronistas, en reinos o bandos, llamados por los historiadores guanartematos en Gran Canaria y menceyatos en Tenerife; es decir, se trataba de unidades territoriales independientes bajo la soberanía de un jefe, guanarteme o mencey.

En Gran Canaria los guerreros más valientes o capitanes de guerra (guaires) formaban el Consejo militar o sabor que aconsejaba al guanarteme en cuestiones de defensa del territorio. Para asesorar al guanarteme en asuntos de gobierno y de justicia, se reunía un consejo presidido por él y formado por el faicán o sumo sacerdote y los nobles. 

Un consejo con funciones similares a éste se denominaba tagoror en Tenerife, al igual que el lugar o construcción circular al aire libre donde se reunía.



Las creencias mágico-religiosas y enterramientos 

Los aborígenes canarios creían en la existencia de un dios (Acorán, Achamán Abora, Ahoran...) con poderes sobre todas las cosas. 
Las ceremonias se celebraban en lugares elevados que tenían carácter sagrado, como la montaña de Tindaya en Fuerteventura, la Fortaleza de Chipude en La Gomera, el roque Bentaiga en Gran Canaria o el roque Idafe en La Palma. Tenían, además, construcciones dedicadas al culto como los efequenes en Lanzarote y Fuerteventura. 



El rito funerario del enterramiento revela el culto a los antepasados. Los enterramientos se hacían en cuevas destinadas a tal fin. Los cadáveres se recostaban sobre piedras, ramas, esterillas de junco o tablones de madera (chajascos), para separar el cuerpo de la tierra. 
Los túmulos, característicos de Gran Canaria, eran construcciones formadas por amontonamientos de piedras en cuyo interior se enterraba el cadáver con sus pertenencias o ajuar funerario. A veces llegaban a ser torreones escalonados. 
Algunos cadáveres se momificaban, es decir, recibían un tratamiento especial para su conservación. 

domingo, 17 de enero de 2016

LAS PLANTAS. ALMENDROS CANARIOS EN FLOR

La primavera se adelanta para los almendros de la isla. El tiempo cálido poco habitual de los meses de noviembre y diciembre que hemos tenido este año, nos permite disfrutar una vez más de la bella estampa de los almendros en flor en las cumbres del paraíso.



Un poco de información general sobre los almendros…

El almendro es originario de las regiones montañosas de Asia Central y se cultiva en España desde hace más de 2.000 años, probablemente introducido por los fenicios y posteriormente propagado por los romanos.

El almendro pertenece a la familia de las Rosáceas. Su tronco es liso en la juventud, pasando a ser muy agrietado con el tiempo. La corteza es verde, cuando el árbol es joven, y marrón y grisácea cuando el árbol es adulto. Sus hojas son alargadas, estrechas y puntiagudas, de color verde intenso. Sus flores poseen cinco sépalos y cinco pétalos con colores variables entre blanco y rosado. Y su fruto es una drupa de cáscara dura con una semilla que es el producto de consumo: la almendra.

En España, el cultivo del almendro se estableció al principio en las zonas costeras, donde sigue predominando, pero en la actualidad también se ha introducido hacia el interior e incluso en las zonas del norte, donde el clima no le es muy favorable.

El almendro es un árbol muy rústico, pudiendo sobrevivir en condiciones muy complicadas. Es un frutal de zonas cálidas, por lo que resulta poco tolerante al frío y es muy tolerante a la sequía. Necesita de un largo período para la maduración del fruto. Como consecuencia, florece en enero y hasta nueve meses después no se recolecta.

El cultivo del almendro en Gran Canaria

El almendro proporciona una estampa colorida que hace de la cumbre el jardín de la isla en la época invernal. Este bello paisaje es de los más visitados durante los meses de diciembre y enero. Apoyándose en el reclamo del manto blanco rosáceo del almendro, los pueblos cumbreros celebran sus fiestas de la almendra; eventos que sirven para recordar y preservar la cultura del almendro.

El almendro se encuentra, principalmente, en los municipios de Tejeda, San Bartolomé de Tirajana, Valsequillo, Artenara y de forma diseminada en el Cauce del Barranco de Guayadeque (Ingenio y Agüimes) y la cabecera del Valle de Agaete. 


Tejeda es, sin duda, el municipio dónde se han mantenido los usos del almendro de una forma relevante, aportando economía, cultura y paisaje.




La almendra es la materia prima de la industria pastelera de Tejeda y Vega de San Mateo. Es famosa por sus dulces elaborados con ella: mazapanes, bienmesabe, turrones, etc.



PARQUES NACIONALES CANARIOS



Los Parques Nacionales son Espacios Naturales amplios poco transformados por la explotación u ocupación humana y cuyas bellezas naturales, singularidad de su fauna, flora y formaciones geomorfológicas o representatividad de sus ecosistemas confieren una gran relevancia a la conservación de sus valores ecológicos, estéticos, educativos y científicos, que son de interés general para la Nación por ser representativo de los principales sistemas naturales españoles.


En Canarias hay paisajes naturales que destacan por su relieve, su vegetación y su fauna. Estos paisajes naturales están protegidos para conservarlos y poder disfrutar de ellos siempre. Algunos de estos paisajes naturales han sido declarados parques nacionales.





Los parques nacionales de Canarias


  • El Teide en Tenerife 




  • Garajonay en la Gomera 




  • La Caldera de Taburiente en la Palma 

  • Timanfaya en Lanzarote  






PAISAJES NATURALES, PAISAJES CANARIOS.

Se llama paisaje natural a aquella parte del territorio del planeta tierra que se encuentra casi virgen del hombre, es decir, prácticamente no ha sido modificado por su acción.

Son lugares representativos de los diferentes ecosistemas, formaciones o paisajes naturales. Implican un papel relevante en la conservación del ecosistema, pudiendo de este modo asegurar la continuidad evolutiva de las diferentes especies que se hallen en él. Otras exigencias resultan ser: la conservación de aquellas comunidades vegetales o animales, de manera tal que impidan la desaparición de cualquier especie, o por lo menos que mantengan pruebas selectas del material genético y la investigación científica, educación ambiental o por lo menos el control y el estudio de los parámetros ambientales. Y por otra parte, que realicen dos contribuciones importantísimas, por un lado, al mantenimiento y mejoramiento de los sistemas hidrológicos y de abastecimiento de agua y por otra parte, contribuir al control de la erosión así como al de la sedimentación.

Algunos ejemplos de paisajes naturales son: los parques (áreas naturales poco transformadas por la mano del hombre, las cuales, ya sea por su belleza, representatividad de sus ecosistemas, singularidad de su flora o fauna, poseen valores estéticos, educativos, entre otros, cuya conservación merece ser llevada a cabo) las reservas naturales (espacios naturales que se protegen por su rareza, fragilidad, importancia o singularidad) y los monumentos naturales (espacios o elementos de la naturaleza que están conformados por componentes singulares, bellos y entonces merecen ser protegidos).


En nuestra comunidad, Canarias podemos encontrar paisajes muy variados: de cumbre, de medianía y de costa.

Muchos paisajes canarios han sido declarados de interés natural y están protegidos, como los de Los Lajiales en el Hierro, el malapís de Güimar en Tenerife las playas de Jandía en Fuerteventura, las dunas de Maspalomas en Gran Canaria, los Órganos en La Gomera, el bosque de los Tilos en La Palma y el acantilado de Famara en Lanzarote.


En Las Palmas de Gran Canaria contamos con un espacio natural que es el tesoro de nuestra ciudad, la Playa de las Canteras.

El nombre de la playa siempre ha estado vinculado a La Barra, una roca sedimentaria de arenisca y deposiciones calcáreas que discurre en paralelo a la orilla, proporcionándole abrigo frente al oleaje del norte y confiriéndole una personalidad propia. Antiguamente se la conocía como playa del Arrecife, debido a que La Barra emergía del agua como un arrecife. Posteriormente, ésta fue explotada como cantera para extraer la roca que se destinó, entre otros usos, a numerosas construcciones de la ciudad como la Catedral. En recuerdo a esta práctica, ya abandonada, pervive hoy el nombre de playa de Las Canteras.



La Playa de las Canteras es una gran reserva de vida marina. El fondo marino de Las Canteras se ha convertido en un referente a nivel regional por su gran riqueza en cuanto a flora y fauna. Crustáceos, fulas, estrellas de mar y praderas de algas son algunos de los valores naturales que distinguen este litoral, que abarca más de tres kilómetros de largo.


Los charcos resultantes de la bajamar permiten disfrutar de una fauna específica que da la oportunidad de observar especies como los cabosos, barrigudas, fulas, pejeverdes, pulpos y las algas pardas.


La Barra se dibuja como uno de los escenarios frecuentados por aves marinas que acuden en busca de alimentos. Algunas de ellas son chorlitejos, gaviotas y vuelvepiedras, animal cuya coloración varía en función de la estación.

Ya en el mundo submarino, el tipo de fondo atrae a diferentes organismos. En suelos arenosos priman peces como las arañas, los lagartos y los moluscos cuyo objetivo es dar con algún bocado. Las praderas marinas se conocen popularmente como sebadales. Las raíces y los tallos de los sebadales se convierten en alimentos de animales que viven bajo la arena. Junto a esta planta marina se da otro tipo de pradera, la alga verde que se encuentra dispersa a lo largo de la bahía y se caracteriza por su remate a modo de paraguas.




En cuanto a la fauna, fulas negras y blancas, sargos y salemas son algunos de los peces que abundan en Las Canteras. Una de las especies carismáticas es la vieja. A ello se suman especies que no son tan comunes de ver, como la carmelita. Hay otras clases, como las bicudas, medregales, abades y grandes chuchos, que destacan por su singularidad y que son localizadas en determinadas ubicaciones del litoral. Incluso, en el caso de Playa Chica, se observan erizos negros de púas largas.