En esta entrada queremos destacar 5 de los principales retos para entender, a nuestro modo de ver, el presente y futuro de la orientación educativa en red.
1 - Orientación educativa mediada vs. orientación en red.
No cabe duda de que las herramientas TIC nos han permitido crear y potenciar la orientación en red, pero orientar en red tiene más que ver con una actitud colaborativa que con un uso de herramientas o artefactos digitales concretos. En cualquier caso, urge un uso ajustado tanto de medios digitales como audiovisuales en orientación. Hay un buen número de orientadoras y orientadores que utilizan infografías, imágenes interactivas, podcast e incluso vídeos de YouTube (“
orientubers”). En algunos cursos impartidos a través de centros de formación del profesorado o asociaciones, estamos empleando un esquema con diez pasos básicos para orientar con TIC y en red.
2 - Bares virtuales: de las redes sociales a las comunidades profesionales virtuales.
Las redes sociales nos permitieron conocernos y conectar, pero el salto se ha producido cuando nos hemos empezado a sentir miembros de una comunidad, con una identidad propia. Los orientadores y orientadoras somos ya una comunidad de práctica, con objetivos comunes, un compromiso mutuo y un repertorio compartido de recursos comunes. Aunque en esta comunidad contribuyen también algunas asociaciones profesionales, la participación, más allá de las siglas, se parece más a la de un bar, con interacciones informales entre profesionales que entran a leer o comentar a grupos en redes.
3 - Lugares comunes y folcsonomía.
La orientación en red supone comentar, comunicar, debatir, dialogar… En los últimos años, son muchos los debates en red relacionados con la orientación educativa. Hay temas que se han repetido cada cierto tiempo y otros han pasado más desapercibidos. Juntos, podrían agruparse por áreas en "topos" o lugares comunes ("
commonplaces"), entre los que destacan recientemente: la orientación inclusiva, el uso de TIC y redes en orientación, la orientación académico-profesional… Del mismo modo, redes como Twitter etiquetan lo que compartimos (a golpe de “hashtag”) y los blogs también se organizan por categorías. Poco a poco podemos hablar de una folcsonomía o indexación social que nos permite clasificar lo que leemos, publicamos y compartimos en redes. En este sentido, cabría afirmar que muchos orientadores y orientadoras hemos encontrado en la red temas especialmente cercanos a la práctica profesional y que no siempre están presentes en libros o revistas especializadas en orientación educativa que provienen del ámbito universitario.
4 - Grupos de trabajo colaborativo.
Construir proyectos juntos es otra de las claves para una orientación en red. En los últimos años, la red ha permitido formar grupos de trabajo sobre temas muy variados. En el curso 2017-18, en OrienTapas estos grupos se muestran en la iniciativa
GrupOrienta e incluyen los siguientes:
OrInclusiva (orientación educativa desde un enfoque inclusivo),
OrientaIguales (Tutoría, mediación y ayuda entre iguales),
OrienTIC (Orientación y TIC),
OrientAudiovisual (medios audiovisuales en orientación) y
DiverCuradores (curación de recursos educativos abiertos sobre atención a la diversidad).
5 – De la red a la realidad de nuestros centros: personalización y contextualización.
De nada sirve orientar con TIC y desde las redes si esto no repercute en mi centro de trabajo. Bien empleadas, las redes permiten que nuestros estudiantes, sus familias y profesores tengan a su disposición, a través de nosotros, la posibilidad de recibir el asesoramiento de un grupo amplio de orientadoras y orientadores. Las redes nos están permitiendo contrastar criterios y recursos para orientar en nuestros centros.
Fuente: Esta entrada es un fragmento del siguiente artículo.
Del Mazo, A. (2018) Orientación educativa en red: situación actual y retos de futuro para las comunidades profesionales virtuales de orientadoras y orientadores. Educar y Orientar, 8, p. 80-83.